Aunque posiblemente nunca creí dedicar mi tiempo a escribir esta historia, me vi obligado a hacerlo, una de ellas porque es una manera de aprender y aceptar determinadas situaciones que mucho tiempo atrás no hubiese imaginado que lo haría.
Capítulo uno
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Salía de mi trabajo cuando los vi por primera vez.
Y no puedo negar que me sorprendió aquella escena.
La realidad, aquella que me rehusaba a aceptar me pegó, me sacudió, me dejo podría decirse, estupefacto.
Obviamente mi pensamiento podría parecer anticuado, retrógrado
fuera de tiempo, o mejor expresado un dinosaurio en cuestiones
como las que nos llevan a este relato.
Mis cuarenta y nueve años me dieron muchísimas experiencias en el mayor de los casos, y puedo o me atrevo a decir que el sexo nunca fue un tabú, apartando obviamente lo relacionado con la educación a mis hijos, que preferí fuese explorada por ellos mismos desde su experiencia, sin motivar ni tapar lo que fueran aprendiendo día a día sin intervención alguna de mi parte.
Sonia y Pamela
Aquella tarde noche de los primeros días de otoño salí de trabajar como siempre, y me dirigí a la parada que se encuentra frente al lugar usamos de depósito.
Transcurrían los minutos, mientras esperaba que el ómnibus que me lleva a casa pasara.
Revise mi móvil, conté el dinero para pagar el boleto y busque en el bolsillo izquierdo exterior de mi mochila la tarjeta que permite hacer varios viajes con el pago de un solo boleto. y me disponía a esperar el ómnibus cuando comienza a llover suavemente, pero no era una lluvia fuerte, sino mas bien una finísima lluvia que mojaba sutilmente todo a su paso.
Detrás de mi escuchaba voces, pero no preste atención, ya que tratándose de una parada es obvio que la gente llege allí al igual que yo a esperar el ómnibus para llegar a su destino.
Los minutos pasaban y aunque no quisiera oír la charla que detrás de mi se sucedía, el silencio era tal que no pude evitarlo y sin más la escuché.
La voz era de una chica de nose quizá unos veintidós o veiticinco años, que decía con suavidad y dulcemente.
_te amo mi amor, cuídate, te voy a extrañar.
_lo se, se que me amas, y también yo te amo, dice la otra voz.
_ve si quieres, te escribiré cuando ya este en camino.
_prefiero que vayas ahora, y me avises cuando llegues a casa.
_no! Dice la joven, con un tono tan suave que estremecía, aguardaré hasta que te hayas ido, quiero aprovechar cada instante a tu lado.
Allí, en ese momento, sucedió el silencio, y aunque no miré, el ambiente se lleno de aroma a rosas y supuse que fue el instante del beso, de ese beso cálido y perfecto que conmueve y nos hace sonreír aun no seamos quien lo recibe o quien lo da.
Mi ómnibus llego unos minutos después y me volví a casa sin pensar en aquel momento, ni en las personas, simplemente me olvidé de aquello porque para mi era un momento mas, una expresión mas de amor, de una pareja o matrimonio que se ama, y que como sucedió también en mi vida, el no querer alejarme de aquella mujer que amé, supongo que así fue entre estas dos personas.
Varios días pasaron desde aquella noche que les comencé a contar.
Otra vez llegue a la parada a esperar el ómnibus.
Pasan varios minutos, estoy sentado en el asiento de hormigón, en esos asientos que son un bloque enorme de hormigón, al cual parece que después de colocarlo allí, le levantan a su alrededor una pequeña estructura metálica que hace de parada y es ahí mismo que estoy ahora.
Capítulo dos
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Hoy los volví a ver.
Al menos los volví a escuchar
Bueno mejor dicho, hoy las volvi a ver nuevamente.
Si así es, las volví a ver...
Hoy pude apreciar lo que hace días no.
Hoy cayo el telón de mi realidad y recordé el silencio de hace días, vino a mis sentidos el perfume a rosas, hoy vi como ellas dos, se besaban...
Hoy comprendí que se trataba de dos mujeres.
Debo decir que sentí como se anudo mi estómago, pude notar, como el calor subió a mis mejillas, percibí con una extraña sensación como pasaba por mi garganta la saliva, pude sin quererlo darme cuenta, cuanto había cambiado, cuanto había aprendido de la vida cuanto me había perdido por tener un pensamiento cerrado, o quizá por seguir encerrado en algo banal, que sólo me llevo a un callejón sin salida, prohibiendo que mi corazón sintiera la realidad dejando sin mas, que el egoísmo se apoderarse de mis verdaderos sentimientos, haciendo que mis ojos solo vieran lo que yo quería ver!
Aquéllos ojos llenos de juventud, de vida que irradiaban amor no podían mentir.
Aquella mujer de apenas veinte y algo de años tenia en su mirar la luz que todo poeta busca transmitir en sus poesías, aquella dulce mirada hubiera iluminado todos los amaneceres, hubiese aliviado todas las tristezas y sin dudas habria sanado todas las heridas.
Pero, cual era el motivo de provocar en el ambiente a su alrededor aquel aroma a rosas, porque la atmósfera que le circundaba se llenaba de ese exquisito perfume que es atribuido a una figura espiritual. Porque se sentía tan bien estar bajo la influencia de su luz?porque?
Su simpleza, su delicadeza, su majestuosa presencia, no pasaba para mi desapercibida, intenté varias veces dejar de mirar, cambiar de dirección mi postura, pensar en otra cosa, hasta di unos pasos fuera de aquel mágico círculo que yo sentía se formaba automáticamente a su alrededor, como si fuese un halo invisible, o un laberinto auto impuesto por mi, para no alejarme de tan increíble presencia.
Su cara de ensueño, sus ojos de ángel su boca pequeña, sus labios perfectos, su blanca sonrisa, su voz dulce, su cálida mirada, sus manos blancas, sus dedos delicados y elegantes, su pelo negro, el brillo de sus sejas, la pasión y claridad de su mirar, la hacían alguien de otro mundo.
Pamela es su nombre.
Pude oírlo de los labios de Sonia, de su pareja o su amante.
Que envidia le tuve a Sonia esa noche cuando aun sin saber su nombre, vi como su boca madura, saboreaba con gran pasión los labios recién estrenados de esta muchachita que haría temblar con sus besos al mismo cielo.
Capítulo tres
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Era un viernes a última hora, la noche para ser mediados de otoño era templada, las estrellas apenas se divisaban tras el aparente velo que las nubes difusas que volaban en el cielo permitían divisar.
Yo, al llegar a casa habia decidido salir a cenar, eso es lo que hubiera querido hacer, pero me cancelaron, así que me hice a la idea de salir solo y eso es lo que haría.
Eran casi las 21:30 estaba en una de las mesas del local donde siempre o casi siempre voy a cenar, era el único allí que no estaba acompañado.
Me sentía muy cómodo, recién había pedido que me sirvieran un wisky.
En realidad era el tercer wisky, pero en ese momento me lo trajeron a la mesa.
Una de las chicas que sirve a la mesa que esta a mi izquierda pasa y me sonríe, yo mire a mi alrededor y ella sonríe mas aún. Esa mirada me sorprendió, aunque no me lo esperaba en ese momento a veces suele pasarme algo así.
Observo mi abrigo que esta en el respaldo de la silla que se encuentra frente a mí, levanto la mirada hacia la calle y mi vista cruza por todos aquellos comensales que hay frente a mí.
La mirada se pierde en las luces del semáforo que hay a unos 10 metros de donde me encuentro.
El bolígrafo no hace mas que sugerir escribir, pero no hayo nada.
Lo apoyo sobre el diminuto cuaderno que llevó conmigo.
En ese momento suena mi teléfono, también en ese momento miro hacia afuera y le veo llegar, me sorprendió es Sonia, mire a mi alrededor quizá buscando hacia donde se dirigía y cruzo por mi lado sin prestarme atención, en realidad no se porque debería hacerlo no nos conocemos.
Me alejé de mi mundo, o sea, no atendí aquella llamada, y no supe de quien era porque no mire el teléfono. No le preste atención hasta mucho rato después.
Sonia se acerco a uno de los mozos y luego se dirigió a una de las mesas que están en la parte mas alejada de la entrada, donde la separan de las otras mesas con una especie de biombo que esta decorado con una delicada
enredadera que a simple vista es artificial.
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Un minuto después, el mozo se acerca a Sonia y le consulta algo ella le asiente y el llama a su compañero y ambos traen una media docena de sillas y dos mesas que unen a la primera y se van, Sonia camina hacia puerta de entrada cuando otra chica llega le abraza y ambas caminan hacia a que lugar donde hace unos minutos los mozos acomodaban.
Los manteles, las flores y luego una docena de copas.
Yo no podía dejar de ver, no podía dejar de observar aquel momento.
El mismo mozo vuelve a consultar a Sonia quien tocando su brazo como si le pidiera permiso y viendo hacia la puerta con una enorme sonrisa y gestos de felicidad camina hacia un joven de unos treinta y pico y le abrazó con tan efusividad que supuse podría ser su hermano.
El venia acompañado de una hermosa mujer que también recibió de Sonia el mismo calido abrazo.
Capítulo cuatro
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Alguien atraviesa la puerta con un hermoso ramo de flores.
Mira para ambos lados después de entrar y como nadie advierte su presencia camina hacia la barra donde en cuyo sitio se encuentra el encargado del establecimiento.
intenta hablarle, este le hace una seña pidiendole o diciendole que aguarde un segundo levantando su mano derecha lapicera en mano, mientras ve hacia el mostrador y sigue anotando algo que los mozos le van diciendo.
Yo observaba y juro que tuve deseos de ser parte de esa reunión e ir a decirle al este hombre, que era aquí atrás donde debía dejar las flores, pero no me animé.
Sonia mientras le daba los últimos detalles a las servilletas que dentro de una pequeña canasta de mimbre aguardaban desordenadas.
El joven que entro y le abrazo paso por mi lado seguido de la chica que le acompañaba, ella llevaba un delicioso perfume, un saco negro que pasaban sus rodillas y botas negras en punta que se perdían dentro del saco. Una hermosa mujer.
Ellos salieron y se perdieron de mi vista pero el vuelve a entrar y le dice desde la puerta, en treinta minutos? Sonia le responde un si, levantando y girando su mano para ver su reloj.
Treinta minutos, repite sonriente.
En ese momento Sonia ve al hombre de las flores y sintiéndose sorprendida llevando su mano a su pecho como quien se percata de su descuido camina hacia el y le entrega un diminuto sobre que mientras le observaba sacó de su cartera.
Se me paso la hora volando dice una sorprendida Sonia, y regalándole una dulce sonrisa y tomando el ramo le dice al encargado, un florero por favor.
Mauro, ese atento mozo que le viene atendiendo a Sonia desde que ella llegó, enseguida se da cuenta de ello y le dice que aguarde un minuto y se aleja hacia la parte de atrás segundos despues vuelve con dos floreros seguramente para que Sonia elija.
Toda esta escena, todo este espectáculo a mi me hizo olvidar hasta de mi bebida, es mas, el hielo que colmaba aquel vaso de wisky, pareció desvanecerce de pronto, cuando en realidad en todo esto habían pasado mas de 40 minutos.
Me sentí cautivado por aquel entorno, tanto como para querer formar parte de ello o ser invitado por alguna razón, aunque fuera por caridad, por la simple razón de que les resultara penoso verme ahí solo.
Me río sólo, las cosas que pienso.
Uf, me había olvidado del teléfono.
Cuatro llamadas pérdidas, una de ellas de quien me había cancelado, agradezco que lo haya hecho, me estaría perdiendo todo esto que desborda mis sentidos.
Capítulo cinco
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A medida que pasaba el tiempo me sumergi en ese ambiente, un ambiente ajeno a mi, a mi realidad, a mis expectativas y fue evidente que algo me perdía de la vida, algo que para aceptar debemos sin duda alguna, crecer.
Los minutos pasan, Sonia es quien me lo advierte cada vez que mira su delicado reloj y mira hacia la puerta y hacia la barra donde un grupo de aquellos mozos preparan los pedidos. Su mirada nunca se cruzó con la mía. Aunque puede parecer absurdo o anormal solo al principio cuando estaba buscando que escribir me di cuenta o advertía la cantidad de gente que había aquí, pues desde que vi a Sonia pareció que solamente ella, los mozos, y sus amigos estaban aquí, para mi todas las personas habían salido de mi campo visual, como que hubiesen desaparecido, y sin embargo aquí están.
Veo a Sonia que acomoda las flores, alguien se le acerca por detrás y toca su espalda, sus manos no se desprenden de aquel majestuoso jardín, que cabe en un jarrón y que ella coloca sobre la mesa que esta en el centro.
Esta chica que no es advertida por Sonia se da vuelta hacia quienes con ella llegaran haciendo un gesto, como diciendo no se dio cuenta y se vuelve nuevamente hacia Sonia.
Otra vez toca su espalda y ella Sonia gira repentinamente y su alegría contagia a todos a su al rededor, y mi sonrisa también cae bajo el hechizo increíble de la suya.
Otros amigos llegan supongo, mientras cada uno se acomoda en las sillas que anteriormente colocaron al lado de las mesas.
Uno de los mozos se acerca hasta allí, y pregunta a una de las personas y esta advierte a Sonia que habla con una de ellas la que toco su espalda mientras ella acomodaba el florero.
Sonia se vuelve, lo mira lo escucha y le responde si, y este hace una seña a la barra y ella sigue con la charla.
Capítulo seis
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Aproveché ese momento para pedir al mozo si me traía otra bebida.
Todo sigue casi igual, los comensales que llegan y se van, los mozos que van y vienen, el sonido de los cubiertos sobre los platos, la musica suave que por momentos hace que deba adivinar que canción suena, y Sonia que ahora parece impaciente ante el paso del tiempo.
Mira su reloj más a menudo, cada pocos minutos. Eso logro que hasta yo me sienta intranquilo.
¿Pero que le tiene asi?
Un señor con bastón cruza por frente de mi, entre mi mesa y la mesa de una familia que allí esta cenando.
Uno de ellos se va a Italia, es su despedida. Pero el bastón de este hombre queda extrañamente trabado entre dos sillas, una de las cuales tenia mi abrigo que cae al suelo.
Me paro rápidamente a levantarlo y para que este hombre no tropezara y cayera.
¿Necesita ayuda? le digo
No!, muchas gracias responde él, muy amablemente.
Me sonríe, hago lo mismo, con un gesto suave de mi cabeza.
Al salir de ese atasco que se produjo, por el abrigo, las sillas muy juntas, el bastón y la edad, este señor se vuelve hacia mi y me repite, muchas gracias y se pierde fuera de aquel lugar.
Le seguí con la mirada hasta que ya no le vi mas.
En ese intervalo de tiempo impreciso llegó mi bebida y aquellas sillas que faltaban llenarse de invitados o amigos quedaron llenas.
Sonia, aguarda parada hablando con dos jóvenes que aparentemente recién llegaron pero no pude notarlo, ya que estaba en medio de aquella situación anterior.
Unos con otros se saludan y se presentan. Algunos aparentemente ya se conocían otros no.
Sonia, atrae todas las miradas, es realmente hermosa y elegante.
Hoy, viste con una camisa blanca con mangas que llegan a su muñeca, a la atura de su reloj y pulseras, los detalles en rosa de su camisa son ampliamente visibles y combinan perfectamente con sus botones, puño, y cuello. Su camisa esta por dentro de su pantalon vaquero azul, que ella convino muy bien con un cinturón marron, botas marrones u oscuras en punta.
Su camisa de cuello alto que se choca con su pelo castaño y los pendientes que caen de sus orejas como lluvia, le hacen ver mas bella aún. No aparenta tener casi 50 años.
Entre tanto, bebo y entre tantas idas y vueltas solo observo.
Mi teléfono vuelve a sonar, pero solo observo como se sacude sobre la mesa.
¿Que me impuso a no responder?
Desde que aquéllos muchachos se fueron ya paso mas de media hora y Sonia cada vez esta mas ansiosa.
En aquella mesa es todo risa, son mas de media docena de perdonas, y la alegría es envidiable.
Capítulo siete
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Los mozos se acercan a la mesa y comienzan a traer la vajilla.
En una pequeña mesita con ruedas, traen una variedad de bebidas y un recipiente transparente lleno de hielo que tiene muchísimas botellas y latas de cerveza.
Sonia y otra joven se van acomodando cuando veo que ella se para de su asiento, y su rostro se ilumina de tal manera que un amanecer no tendría tanta luz.
No pude evitar seguir su mirada y volví a sorprenderme, eran los dos jóvenes que se habían ido y le habían dicho en media hora y con ellos llegaba Pamela.
Creo que también yo me emocioné, porque aparentemente todo esto es para ella.
Sonia con una bellísima sonrisa y una gran alegría se adelanta hacia Pamela y todos tras de ella se levantan.
Aquel joven que venia delante de Pamela y la chica que lo acompañó le da el paso a Sonia y esta y Pamela se encuentran a medio camino y se abrazan largamente. Sus amigos algunos con lágrimas en los ojos otros cubriendo su boca de emoción y otros le aplauden.
Feliz cumpleaños dice Sonia y dándole su mano la lleva hasta donde se encuentran todos aquellos que compartirán con ellas esta celebración
Capítulo siete
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Pamela de la mano de Sonia camina hacia el grupo de gente que le esperaba, ella no puede evitar emocionarse y con sus ojos vidriosos casi en llanto mira a Sonia, que también desborda felicidad y que le dice. Feliz aniversario mi amor, y feliz cumpleaños y tomando con delicadeza, su juvenil y perlado rostro entre sus suaves manos le besa suavemente en una de sus mejillas.
Pude sentir la tibieza de aquel beso.
Pamela, con una evidente emoción la abraza, cerrando sus ojos y apoyando su cara en el pecho de Sonia.
Sonia acaricia su cabello, y besa su frente y sus manos diciendo, aquí llegó la invitada de honor. Y todos le aplauden y le saludan. Pamela no deja de llorar y conmueve a mas de uno aquí. El chico que la trajo se acerca y la besa.
Pamela desborda, nose como describir esa sensación pero ella llena de luz todo a su paso.
El la mira, sus ojos demuestran una infinita ternura hacia ella. El le comoda su pelo detrás de la oreja, acaricia su mejilla, la contempla con ternura y le dice, te amo, ¿sabes cuanto te amo verdad?
Pero tengo una sorpresa aún mayor para ti. Pamela lo mira sorprendida le dice.
Una sorpresa mayor que ésta?
Si! creo que es mayor que ésta, le dice el con una sonrisa.
Y que puede ser mayor que esta sorpresa?
El joven viendo hacia su acomoañante le llama "Soledad" la joven que hablaba con el mozo y con Sonia lo mira.
El le dice que si con su cabeza.
Soledad sale mientras la cara de Pamela demuestra asombro y sonríe y le estira la mano a Sonia, previsiblemente para que se acerque a ella y le acompañe.
Sonia, pasa por detrás Dani, que esta abrazando a Pamela y lo toma por los hombros acercando su cara a la espalda de el, quien cede su lugar y se queda al lado de las dos. El grado de atención a aquella escena es tal que, nadie aun se ha servido bebida alguna.
Una de las primeras invitada esta filmando y le consulta a quien esta a su lado, pero este con asombro y levantando sus hombros le dice no se.
Aparentemente nadie sabe que sucederá en los próximos minutos.
En cambio, yo si se lo que pasará, me beberé el contenido de mi vaso, porque ya se ha vuelto un líquido indivisible de alcohol y agua.
Lo bebo de un solo trago, como queriendo terminarlo de una vez.
Vuelo a ver mi teléfono en ese instante. Hoy, la batería esta completamente llena.
Una de las mozas pasa por mi lado a toda prisa, le intento hablar pero me ignora, seguramente no me oyó. Mientras la observó me digo, es asombroso cuantos platos a la vez pueden llevar.
Suena la radio que apenas se oye.
Parece magia, siempre que alguna situación llama mi atención la música le acompaña. Veo a Pamela y Sonia mirarse y sonreír. Recuerdo cuando me sucedía lo mismo, con alguien muy especial en mi vida.
Solo eso, todo eso.
Y en cuanto a la cancion , Tu me perteneces dice su letra...
Capítulo ocho
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En aquel acogedor ambiente las cosas se suceden una tras otra. La moza se me acerca, me sonríe y me dice. Vos me llamaste? Si! dije asombrado. Bien aquí estoy.
—Otro wisky por favor
—si, enseguida, me responde y se fue
Le hubiera pedido algo salado, me reproché.
Van pasando los segundos paso a paso
Y en aquella mesas todos hablan y disfrutan.
Levanté la mirada, y las veo.
Pamela esta tan delicadamente vestida que si estuviésemos en un bosque, seria fácilmente confundida con una de sus hadas.
Primero su pelo, juraría que un puñado de estrellas se disfrazaron de flores y hoy reinan en el suyo.
Blancas florecillas que cual diamantes, brillan por sobre ella.
Su cara radiante esta noche, brilla como la luna.
Su deliciosa figura encaja perfectamente en ese vestido que roza su piel, con la dulzura de un amante.
Sus brazos elegantes, sus manos exquisitas.
Sus hombros perfectos y su delgado cuello desde el cual cae como cascada un bellísimos collar que se pierde dulcemente en su pecho, son la santísima trinidad en su cuerpo.
El largo chal que cae desde desde su espalda y sus codos pende presuntuosamente sobre su figura, interpretando detras de Pamela una danza que se mueve a la par de Pamela, bailando tras de ella con la magia misma de los cielos.
Pamela se pierde en los ojos de Sonia que con cálida dulzura le sonríe.
Si pudiera leer su mente me digo, viéndolas.
Ahora que lo pienso, no recuerdo si la primera vez que las vi Pamela tenia tan corto su cabello, porque tal y como esta ahora, y con ese detalle que inunda la negrura de su pelo, se puede apreciar su hermosura.
¿Que pensará Sonia cuando la toma en sus brazos?
¿Cuando la posee, y sus manos tocan el cielo?
¿Que ha de sentir, cuando sus labios atraviesan con calma aquellos prados jóvenes en la piel de Pamela?
¿Que siente su cuerpo, cuando en el beso, sus ojos se cierran, y descubre la gloria del perfume de su amante?
Hay gente joven y no tanto entre ellos.
Una de las chicas se acerca a Pamela y le abraza, estas hermosa le dice, tomando una de sus manos, ella no suelta la mano de Sonia, que sonriendo
abraza a esta chica y le habla y ambas sonríen. Pamela ve hacia la puerta.
Capítulo nueve
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Mientras Pamela y Sonia esperan de pie Dani se acerca a ellas y Pamela pasa la mano que tiene libre por su cuello.
¿Sera hermano de Sonia o de Pamela me pregunto?
En ese instante, cruza la puerta Soledad, Dani cambia la mirada y la ve, Sonia hace lo mismo, por último con una enorme sonrisa lo hace Pamela, al ver que todos en la mesa se pusieron de pie.
He aquí tu sorpresa, exclamo Dani.
Cuando puede apreciar bien quien viene acompañando a Soledad, Pamela no puede contener la emocion y lleva sus manos a su rostro... ¡Es papá! le dice a Sonia y le abraza, y salta como una niña Y abraza también a Dani.
De pronto exaltada y en silencio espera que aquel hombre ya entrado en años se le acerque.
Sonia la mira, y le invita delicadamente a que se adelante.
Estaban, ese es el nombre de su padre.
Allí a un metro de el quedó Pamela, allí como una flor blanca bajo el brillo lunar.
Cuanta emoción contenía cada paso de Pamela rumbo a su padre, ella quedo allí.
Esteban lucha entre algunas sillas y la pequeña distancia que le separa de Pamela.
Pamela es poseedora de un encanto tan natural que viendola allí parada en medio de las mesas mirando a aquel hombre acercarse, me estremeció.
Fueron ,sino eternos segundos, largos segundos.
Aun hoy guardo en mi memoria, y en mis cuadernos, hermosos recuerdos de esa noche, que aunque no fue mía, siento que de alguna manera también me pertenece.
La joven que fue por el"Soledad" es quien le acompaña, y viene por delante.
Al acercarse a Pamela, pasa su mano por su brazo, desde debajo del hombro hasta su mano y le aprieta suavemente demostrando cierta complicidad. Las dos se miran y Soledad sigue su camino.
Pamela y Esteban ahora están cara a cara. Ella le mira con aquellos ojos palpitantes, el estira su mano y ambos se abrazan sin decir palabras. Aplausos y llantos, en aquel pequeño universo.
Sonia esta feliz, y se acerca a Pamela acariciando su espalda, pdre e hija se ven a los ojos, Pamela se lanzó sobre el y lo besa.
Esteban llora y dice...
—Cuanto tiempo perdido.
—Lo siento hija mía.
—lamento el daño que les causé, a ti y a tus hermanos.
_Ellos prepararon todo esto para ti. Y temía tanto no ser invitado.
—lo sé papá, de todo esto, estar ahora frente a ti es para mí lo mas hermoso.
—te he extrañado mucho papá
_también yo, lamento todo el dolor que les he causado.
Sonia toma las manos de cada uno del ellos y les abraza.
Esteban también la abraza a las dos.
Todo esto sin decir palabra alguna.
Ahora parece que la celebración esta completa.
Aquel festín que se preparó por horas o quien sabe por cuanto tiempo, será ahora testigo una vez más de demostraciones de amor que a veces dejamos pasar por creernos con la razón.
También brindarle por ellos.
Sonia que nota cuan feliz están los dos se aleja y toma una se las botellas y se la pasa a Dani.
—debemos brindar por este momento
—claro que sí, lo merecemos dice el
Las copas comienzan una a una a llenarse
Pamelab y Estaban caminan y se unen al grupo que les celebran les aplauden y les besan
Seguramente aquel hombre se debe sentir desbordado de emociones.
Sus hijos ya hombres viven una vida ajena a el, y sin embargo son felices.
¿
Que pensamientos cruzaran por su mente?
Que pensara de ellos?
Ahora entendí, Pamela, Soledad y Dani son hermanos.
Soledad abraza a Dani
Y en aquel momento de alegria quebtodoa disfrutan, Sonia se levanta de su asiento y agradece a todos
Ustedes me conocen dice, y saben que prefiero a veces permanecer callada,, en silencio o ausente.
Pero hoy es distinto
—hoy nos a unido una celebración que nos une aun más
—porque hoy aquellos puentes que fueron por distintos motivos bloqueados hoy por un acto de amor y comprensión han vuelto a estar libres para transitar.
—por esa razón, y sin más y elevando esta copa, quiero hacer un brindis por aquellos lazos que nos unen.
Pam mi amor...
Eres...en el bullicioso camino de los sueños, el equilibrio, la magia y la fantasía que hace falta día a dia, para seguir con la ilusión de vivir, que muchas veces la realidad nos arranca sin permiso.
Hoy aquí ante nuestros seres queridos no puedo mas que expresarte mi agradecimiento y mi amor
Tu padre, tus hermanos y nuestros amigos, son testigos de este momento que tan espontáneamente nos convoca y nos llena de felicidad. Te amo!!!
—Salud...
Ellas dos chocan suavemente sus copas y brindan.
—SALUD, dicen todas las voces y sonríen.
La verdad me siento conmovido, por la simpleza, la educación y el respeto que existe entre ellos. Muchas veces vi con malos ojos o injustamente acusando aquellos lazos que por ser distintos a los mios, estaban fuera de mi inmunda o falsa moralidad.
Muchas veces caminamos por la vida buscando aprender, y de golpe y sin buscar, la enseñanza aparece como un rayo de luz, e ilumina todo do tu presente y tu futuro
Así que debo ser sensato y agradecer todo lo que esta gente me enseño hoy... Gracias
Ellos siguen con su celebración, mientras escribo, escribo y escribo. No quiero olvidar ni perder detalle de este momento.
Capítulo diez
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Soledad se acercó a Esteban, que disfruta de aquella velada como uno mas de aquel grupo de amigos.
¿Mi existencia después de pasado el tiempo, seria así? me pregunto...
Ella lo abraza con ternura y lo besa...
—¿como te sientes? Pregunta ella, viéndole con emoción a lo ojos
_tu madre debió también estar aquí, dice Esteban con un profundo dolor dibujado en su rostro.
_yo le arrebate toda esta felicidad.
—pero tu estas aquí papá, nosotros estamos felices por eso.
—¡mirala!
—estamos muy felices de que estés aquí no solo nosotros sino todos nuestros amigos.
_no quiero imaginar que pensaban de mí
—papá, son nuestros amigos, no tienen porque juzgarte.
—están felices de que estés aquí!
Porque nosotros estamos felices.
_eso es el amor.
—puedes notarlo, en sus caras y en el respeto que tienen hacia ti.
—estoy segura que a partir de hoy,
ya formas parte de su vida.
_¿tú estas seguro de eso?
—claro que sí.
—Pamela es nuestro sol, y hoy, tu eres responsable de que ese sol, brille aun más.
—ella y tú, se merecen este momento.
—hemos tenido diferencias papá, pero te amamos.
El viejo totalmente conmovido, le abraza desde su asiento.
Un hermoso momento que sin duda deja una gran enseñanza.
Mientras todos festejan, beben, disfrutan, y reflexionan, yo también hago los mismo.
El tiempo en aquel lugar, transcurrio vertiginoso, como queriendo escapar de ese reloj que acusaba Sonia, a la espera de Pamela.
Quisiera imaginar o suponer ,que todos estos mensajes que ahora veo en la pequeña pantalla astillada de mi móvil, fueron las veces que aquella hermosa mujer que me dejo aquí solo, pensó en mí.
La verdad, no sabría que responderle.
Porque no estuve solo en toda la noche.
De a poco se van marchando las personas que desbordaron el lugar.
Sonia, Pamela y sus invitados no tienen ninguna intención de abandonar esta fiesta, que para ellos recién comenzó.
Ahora, frente a mi mesa el brindis es por Carlo, el joven anteriormente mencionado, aquel que se va a Italia. Aquel que pronto arribará a Europa,
esa tierra que lláma, esa tierra excelsa, esa tierra que late dentro de nosotros como el mismo corazón, esa tierra, que visitare muy pronto.
Pero hoy por lo tanto, eme aquí con este encuentro tan bello de la vida, eme aquí, aprendiendo a conocerme. Eme aquí valorando todo a lo que ayer rechace.
Capítulo once
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Los mozos siguen sirviendo, a menudo al pasar me preguntan si me traen algo. Pedí solamente algo simple para no tener solo alcohol en mi estómago.
Papas a la champi.
—también le digo cuando se da vuela para irse
–me traerías una cerveza negra, por favor.
_si claro responde y se marcha.
Pamela se levanta de su asiento, su chal esta caidó en el suelo a un lado de su silla, y la de Estaban.
Ella lo busca en el respaldo, mientras lo busca levanta suavemente la mirada, y recorre con ella parte del ambiente.
Dani que la esta viendo se acerca, se agacha y se lo pone en sus manos.
Algo le dice a Pamela y ella explota en risa.
Esteban le toma el brazo a Dani y le habla algo al oído y este gira su cabeza hacia Pamela y le vuelve a mirar.
—si claro dice él
—que sucede preguntó Pamela
—papá me pide si le puedo pedir un taxi
Pamela agachándose delante de aquel anciano le habla
—ya te vas?
—no sabes que feliz me siento, respondió, si!
_ me puedo ir, sabiendo que estas bien, tal cual me lo decían tus hermanos.
_te felicito por tu compañera.
_es una mujer aparentemente extraordinaria.
—gracias papá.
_es alguien que te mira, como yo veía a tu madre.
Me hace bien saber que te cuida así.
—papá, ¿no quieres quedarte un momento más?
_supongo que tendremos mas ocasiones como esta, responde Esteban
Mientras se despide, Esteban lleva sobre una de las mejillas de Pamela, una de sus enormes manos, acariciándole con suma ternura.
Sacando de su cara, una de esas perlas que caen de sus ojos.
Aquella joven parecía estar despidiéndose para siempre de aquel hombre.
Capítulo doce
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No me explico como pude permanecer tantas horas sin ver el móvil.
Sonia se levanta.
Camina hasta donde esta la joven que anteriormente abrasa y le dice a Pamela que esta muy hermosa.
Se inchina detrás y toca su cabello. Besa una se sus mejillas. Pamela la observa. Aquella joven se sorprende la mira y reaccicona con las palabras, ¡eras tú
mamá!
—como te sientes? Pregunta Sonia
—te observabamos Pam y yo.
—bien mamá.
—tu como te sientes?
—yo estoy feliz, estoy con las personas que quiero estar...
— tu hermano no quiso venir?
—estudiaba hasta tarde
—eso fue lo que me dijo
—papà le pasaría a buscar
—le pregunté y me dijo que quizá si
—tu padre como está?
—bueno mamá, el sabia de esta celebración, así que debes imaginar como se siente.
—no, no me lo imagino...
— tu hermano (Cesar) no te envio ningún mensaje? pregunta Sonia
—no respondió ninguno de los que le envíe!
—y en cuanto a papá, sabes que el es una figura pública, y estas cosas, mañana se sabrán
—y que debería hacer? Dice Sonia
Pero en ese momento, uno de los mozos que atiende a los invitados les interrumpe.
Sonia se levanta y se reúne con Dani que hablaba con Esteban.
En cuanto Dani se tan queda conversando con el mozo
Sonia se acerca a Esteban y le dice
—Usted, nos haría el honor de acompañarnos a cortar el pastel?
_claro que si, por supuesto, como podría rechazar tan exquisita invitación
Entonces Sonia le toma del brazo y le acompaña hasta aquella mesa, que se había preparado con tanto esmero horas antes y que ya rebosaba de invitados.
Pamela que ya estaba a su lado le acaricia la espalda y deja caer su cabeza sobre el hombro de Estaban.
Las personas que les rodean, se sienten felices de ver a Pamela junto a su padre.
Sonia viene a cortar el pastel.
Dani le acompaña con las servilletas
Pamela y su papá hablan pero esas cosas quedaran entre ellos, el bullicio ocultará para siempre aquéllas palabras que se dicen ellos dos!
Capítulo trece
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Observo por la ventaja.
Y se dibuja en mis labios una sonrisa mientras mi mente divaga.
Igual que aquel día que las conocí, afuera comienza a llover.
Lluvia increíble y magica, me digo.
Muchos dirían que es señal de buen augurio y de felicidad.
En realidad espero sea cierto,porque al parecer esta gente sí se lo merece.
El tiempo transcurrió afanoso, ya son mas de las dos, ya debo marcharme.
Igualmente, no me explico como nunca las vi aquí.
Siempre vengo al mismo lugar y pude notar por la manera de actuar y las expresiones de Sonia y los mozos que se conocen de tiempo.
¿Sera que nos hemos cruzado en diferentes momentos y nunca llamo mi atención, pero si vieran a Sonia, seguro no pasaría desaparecida. ¡Claro que no!
De pronto veo que hay un gran movimiento en la mesa de la celebracion.
Sonia se levanta, también Pamela.
Pero Carmen la hija de Sonia no se da cuenta del motivo por el cual su madre se levanto de su asiento.
A las dos se les ilumina el rostro y comienzan a caminar hacia la puerta... Aquellos que celebran uno a uno se dan cuenta y unos mas curiosos que otros ven aquel momento.
Es César dice con alegría Carmen, y en ves de ir hacia su hermano, se vuelve hacia su madre y toma de la mano a Pamela que refleja gran alegría al ver aquella escena.
Todo parece ir encajando en su lugar, hasta ese momento.
Pero mientras observo, mi vista se clava en aquella persona que acompañando a Cesar, cruza también la puerta.
No podía creerlo, ¿este político es el Ex marido de Sonia y papá de Carmen y Cesar?
Cuanto me gustaría ser periodista pienso, je. Porque una noticia así, sí valdría la pena...
Con razón en aquella charla que Sonia tuvo con su hija, esta última le hacia referencia a que el, o sea, su padre, no lo habría tomado muy bien, y si, era obvio... esto mañana se sabrá!
Tener ese cargo político y pasar por una situación así ah de ser difícil.
Aunque viéndolo de otro modo puede beneficiarle.
No pondré su nombre no me parece apropiado
Sonia de la mano de pamela y rodeada de Carmen y César se le acerca y le abraza.
—gracias, te lo agradezco de corazón.
—es verdaderamente importante para mi que estés aquí
—aunque a decir verdad nunca lo imagine
—haz cambiado mucho
—gracias por traer a nuestro hijo me hace sentir feliz
_espero lo disfruten
Dijo él y les entrego un sobre
_es una semana a aquel lugar que me negué tontamente a ir contigo... lo siento mucho.
_no era necesario, pero te lo agradezco mucho, te lo agradecemos mucho.
En ese momento Sonia le presenta a su pareja.
—ella es Pamela...dice Sonia
—el es Juan le dice a Sonia
Ambos se saludan y Pamela se adelanta a decir
—es un gusto conocerte, nos da alegría que nos acompañes.
_solo vine a acompañar a Cesar no me quedaré
—puedes quedarte unos minutos al menos a compartir el pastel con nosotros agrego Carmen
el no responde y se despide de Sonia y Pamela
Carmen insiste pero no puede convencerlo
Varios de aquellos hablan entre si y las personas que se encuentran en el sitio le miran, es obvio es un personaje reconocido del ambiente político.
_te felicito dice él
_bueno, las felicito...
_hay algun problema por el cual no quieras quedarte unos minutos?
pregunta Sonia
_no, no existe ningún problema
_estoy aquí frente a ti, viendo como celebras con tu pareja y sus amigos
_¿porque tendría algún problema, o porque debería existir alguno?
_me siento feliz por ti, aunque para ser Franco, no sabia como iba a reaccionar.
aunque no siempre me comporte como debía, yo siempre estuve enamorado de ti, siempre te amé... y no se si aún no te sigo amando.
—solo pregunté agrega Sonia que se vuelve y le sonríe a su hija.
_debo irme vuelve a repetir
Carmen se apura a abrazar a su padre y ete besa su cabello.
Se despide de todos con un, bueno disfruten y que terminen bien
La mayoría de los invitados o al menos aquellos que le veían en ese momento hacen lo mismo y le saludan
También volvió a saludar a Pamela diciéndole...
_fue un placer haberte conocido, Carmen siempre te tiene presente.
Pamela sonríe y dice
_gracias por venir.
Sonia es la última en despedirse de el, pero Carmen sigue al lado de su padre.
Cuando Juan saluda a Sonia se le oye decir, hoy estas verdaderamente radiante te felicito y mucha, mucha suerte, disfruten ese viaje, y se aleja hacia la puerta acompañando de su hija que algo le dice y el ríe a placer.
Ella lo mira con admiración y se contagia de esa risa, mientras los dos se pierden saliendo de aquel lugar, seguidos por la mirada de Dani y Pamela.
Sonia vuelve a lo del pastel, dando un beso en la mejilla de César, que se había perdido en esa escena.
Capítulo 14
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Pamela se acerca nuevamente a su padre que aguardaba con calma y en silencio que Sonia corte el pastel.
Esteban el papá de Pamela le pregunta si aquel hombre que había estado allí es quién el cree que es?
¿Quien tu crees que es dice Pamela?
Es el hijo de... interrumpen todos con aplausos. Sonia pide a Pamela que le acompañe.
_mi amor, ¿tu me harías el honor de acompañarme?
Pamela que esta agachada junto a su papá que está sentado, juega con una de los extremos del chal que atraviesa su espalda. Escucha la petición de Sonia y al levantarse pisa el otro extremo del chal y casi cae.
_siempre estás ahí, dice a Dani que le sostuvo de la cintura evitando que ella caiga.
-siempre estaré y lo sabes
_lo sé, vos me sacaste del infierno
_eres mi pilar, pero aparte de mi hermano eres mi amigo, mi mejor amigo.
_mi amor vuelve a repetir Sonia
_no exageres dice Dani
_no lo hago exclama Pamela que con una sonrisa le da un beso a su padre y camina acercándose a Sonia.
Ese es el momento que he estado esperando durante toda la noche, al menos durante el tiempo que les observé.
Con tanta gente al rededor se hace difícil ver, y apreciar cada detalle.
Aquel festejo se expande delicadamente.
Las personas que están más cerca de aquella mesa miran y en sus ojos uno puede apreciar la simpatía que todo ese acontecimiento provoca.
Entonces me digo si, así debe ser.
Para mi es hermoso ver esta escena así.
Esta es la forma... la delicadeza, la educación, el respeto y la capacidad de entender a aqueno no entienden, en mi caso también, porque yo no entendía o aceptaba algo tan natural y normal como la diversidad.
El ver la educación que existe entre aquellos y desde aquellos que hoy celebran es hermoso.
Más que la aceptación o no de mi parte el verlos es un motivo para aprender.
Ahora observo aquel collar que Pamela viste.
Aquellas tres delicadas cadenitas que parten desde el centro de ese nudo argelino bailan cerca de su pecho.
Cuando Pamela se acerca a Sonia ella le sonríe y con dulzura toca su cara y su barbilla y deja caer con suavidad su mano de seda sobre aquel collar.
_me alegra que hayas perdido el temor de usarlo.
Un breve pero pronunciado silencio se hace presente mientras Pamela parada frente a Sonia le observa y escucha.
_todo va a estar bien, ya lo verás
_siempre cuidaré de ti.
_no era temor sino dolor
_por aquella causa lo perdí todo
_nunca se pierde todo...dice Sonia y le sonrie
Dani que esta al lado de Pamela le toma de la mano.
_eso ya pasó
_hoy es un día de celebración
_aquel pasado me tiene hoy aquí, aunque haya sido naufragar y el camino fue duro, lo prefiero si estoy a tu lado...
De pronto una distraída Pamela, es sorprendida por aque viejo que se salió de su asiento para abrazarle.
_ no pude evitar levantarme y venir a ti
_te vez tan hermosa y tan frágil que fue inevitable acercarme a ti, y le abraza con fuerza, besa su cara de niña, el pobre viejo se emociona y llora.
Pamela también le abraza, pero sigue de la mano de Dani.
Capítulo 16
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Años atrás me contó Mauricio, aquel mozo que las conoce de años,
Ese Ángel que festeja su cumpleaños en esta mágica noche, se fue de su casa con su novio de la universidad.
Fue creo en las vacaciones, en Julio me comento más tarde Mauro.
Dani se había venido de el exterior después de haber trabajado varios años en una empresa en la cual su padre y un amigo habían trabajado años atras.
Fue en esa época que ellas dos se conocieron.
Sonia trabajaba en la embajada de Italia aquí mismo, y cuando Pamela y su novio, Mauro, no recuerda su nombre ahora.
cuando Pamela y su novio hacían los trámites para la Visa, fue Sonia quien les indicó todo lo que deberían hacer.
Tras varias visitas a la embajada la simpatía fue creciendo y se formó un vínculo entre ellos.
Pamela me dice Mauro, estuvo muy mal.
En Europa, ella no conocía a nadie, solamente a una de las primas de Gabriel, ahí está el nombre de quien era su novio apareció solo me dice Mauro y sonríe.
Sonia y dani fueron lo que se encargaron de traer a Pamela de Italia, fue en verano lo recuerdo bien dice Mauro.
Cosas de jóvenes.
Cuando Pamela se fue, ella había peleado con su madre.
Esteban no supo hasta dos días antes de que su hija se fuera, y se dio cuenta porque aquel joven vino una mañana a buscar a Pamela y a decirle que debían volver por los estudios médicos para que le concedieran los visados.
Esteban escuchó y no entendió.
El supuso que eran unos estudios para ver si Pamela estaba embarazada.
Esa misma noche, Dani llega a casa de sus padres y este le cuenta, queriendo descubrir que podría estar pasando.
_debemos hablar viejo
_yo sabía que estaba embarazada, tantas mañanas ella se iba temprano, ahora me doy cuenta, iba al doctor.
Ese muchacho le pasaba a buscar y le llamaba todo el tiempo.
_no dije nada porque crei poder convencerle de que no se fuera.
_como que no se fuera?
_quien que no se fuera?
Dani intenta hallar las palabras adecuadas para decirle a su padre, pero este desesdesesperado le grita.
_HABLAME!!
_Pamela viejo, Pamela!
_que pasa con ella?
_ella se va para Europa, agregó Dani.
_y como es que me entero por vos y no por ella.
_yo le había pedido que no te dijera nada, tenía la esperanza de convencerla de no viajar.
_intente papá, pero este muchacho tiene un enorme influencia sobre ella.
_le dije a tu madre que esto no me gustaba para nada
_viejo son cosas que pasan.
_seran cosas que pasan, pero es mi hija y esto no va a ....
_¿que son estos gritos Quique? Interrumpe Tania ¿que paso? Porque gritan?
Pregunta la esposa de Esteban y madre de Dani , mientras baja de la escalera, muy lentamente debido a su padecimiento, algo que ninguno de la familia sabe.
_nada mamá, no pasa nada
_pero como que nada?, los oigo desde mi habitación que esta arriba.
Esteban agacha la cabeza, pone una de sus manos en el bolsillo y camina hacia la puerta de atrás, la que da a un pequeño jardín que el y Pamela siempre cuidaban.
Dani quedó en silencio frente a su madre, haciendo con muecas de su cara gestos de preocupación.
_su madre se le acerca y toma una de sus manos.
_no crees que merezco saber lo que está sucediendo.
_Mama, mamá, uf, no se por donde comenzar.
_siempre te enseñé que se comienza por el principio.
_Pero, tan grave es? ¿Que paso con tu hermana?
_sabes que puedes confiar en mi.
_lo sé mamá lo sé.
_tu hermana se fue ayer muy enojada conmigo.
estuvimos hablando, ella me decía que quería tomarse un descanso del estudio, y ver que le surgía en los próximos meses.
_en realidad no entendía que me quería decir.
_ le dije, los estudios no los vas a dejar
_lo se mamá, ya no soy una niñita como para que me digas así
_no te comportes como una, si no quieres que se te trate como tal
Ella me respondió muy molesta, diciéndome que nadie le podría obligar a hacerlo.
Soy dueña de mi vida y si tengo que irme de casa para demostrártelo lo haré.
_en realidad, no se que le sucede.
_yo estaba cansada y no quería discutir con ella.
_pero la noto molesta, enojada y no se que decir o hacer.
Mientras ellos hablan, Esteban entra desde el patio.
Visiblemente afligido habla
_¿donde está Pamela?
_debo hablar con ella.
_no lo se papá
_¿pero, como es posible que no lo sepas?
_no lo se, hoy a la tarde fue la última vez que supe de ella.
_llama a tu hermana, o a su amiga Verónica o a alguien que pueda saber donde está.
_Valeria papá, su amiga Valeria
porque no te calmas un poco
_ya haz tomado tu medicamento para la presión? Preguntó Tania
_no, no lo he hecho
_subiré a traerlos
_yo voy mamá, ¿donde esta? pregunta Dani mientra sube corriendo la escalera
_en el botiquín, la caja azul, es el estante debajo de la crema de afeitar, responde su madre
Esteban no dice palabra alguna, y acercándose a Tania, le abraza delicada y cariñosamente llevándola a su pecho dando besos en su cabeza.
_todo va a estar bien mi amor
Dice Tania desde ese refugio.
_todo estará bien.
Este base dirige hacia la cocina a tomar aquel medicamento que Dani le había alcanzado.
Tania entre tanto se sienta en una de las sillas del living, y le pide a Dani que le acompañe.
_Pam se fue molesta
_golpeo la puerta al salir
__no ha querido atenderme.
_ya se le pasará mamá
_sabes que ella es...
_solo espero que no sea demasiado tarde , interrumpe Tania con aquellos ojos perdidos en la nada recordándole lo último que hablo con su hija.
_Ya estoy cansada de que me digan que debo hacer
_Pam haz esto, Pam haz aquello
_estoy arta.
_tu sabes que nosotros no solemos opinar sobre su vida personal, pero los estudios son importantes.
_tu padre se ha preocupado y procurado darles todo para que a ustedes no les faltase nada.
_lo se mamá
_pero esto no creo que se trate de ustedes sino es un asunto solo de ella.
Esteban, me cuenta Mauro, quiere hablar con su hija lo antes posible.
Tania no quiere contarle al papá de sus hijos, lo que pasó con Pamela.
Todo lo que ella le dijo, todo lo que ha reprochado, todo lo que ella le gritó. Tania siente un nudo en su garganta.
Y queda callada y ausente en la silla del salón.
Esteban camina con Dani hasta aquel patio, mientras Tania, que ahora tiene sus ojos vidriosos por la angustia sigue callada.
Dani habla con su padre, haciendo gestos indescifrables.
_asi que desde aquel entonces Pamela con su padre no hablo más? _exactamente, ella se fue una semana después de esto que te conté.
_ entonces, Pamela regresó y se enamoró de Sonia, y pudo volver a su vida normal?
_ o hay algo entre medio que la impulsó a volver? Porque noto que algo le falta a lo que me dices.
Mauro sonríe y se aleja diciéndome
_deja que atienda a estas personas y sigo.
Es una joven pareja con una hermosa niña, que viste con un delicado vestido rosa, un delicado saco de hilo blanco medias hasta la rodilla, zapatos blancos y una vincha Blanca que rodea su cabeza. Pero lo más llamativo es su vivacidad su risa.
Ella quiere acomodarce en la mesa , pero sus dos obtres añitos no se lo permiten.
Mauro le ayuda mientras los jóvenes le hablan y e sonrien
La celebración sigue en aquella mesa.
Esteban que ahora se encuentra de pie habla con uno de aquellos invitados y le enseña a esa persona, señalando a Dani y a su hermana seguramente diciendo que son sus hijos.
Pamela que ya a comenzado a cortar el pastel mira hacia la puerta.
Sonia le dice algo al oído, ella mira a Esteban.
Mauro que se había apresurado a atender a aquella pareja que llegó, aparece desde la barra, trae una silla para que se siente la niña que vino con ellos.
A lo lejos Pamela los observa y sonríe, mostrando a Sonia, que entregaba de aquel pastel a los invitados.
Sonia habla con Dani y este se acerca a Esteban.
La moza que me sonreía cuando yo llegué, vuelve a hacerlo.
Ella se me acerca y me habla.
Un hielo recorrió por todo mi cuerpo.
Mi estómago saltó sin parar unos segundos .
¿Y yo que me creí
Que ridículo me siento... jejeje
_Mauro me pidió te dijera que le observes.
Pero yo observaba a Dani
El se levanta, estaba hablando con otros jóvenes.
Se acerca a Pamela y le habla.
Pamela mira Sonia, está le sonríe y asiente.
Pamela le entrega a Sonia para que esta siga con el pastel.
Pamela acomoda su pelo por detrás de su oreja.
se acerca a su padre.
Este le abraza, Sonia ya no corta el pastel.
_Papá, podrías compáñame?
_-a donde hija
_no puedo expresar con simples palabras la felicidad que siento de que tu estés aquí, con nosotros.
_se, que los momentos ya perdidos nunca volverán.
cuando era un niña, recuerdo que cada domingo parecía ser igual a los demás, solía creer que todo se repetiría para mantenernos en una especie de bienestar eterno.
luego al ir creciendo, fui olvidado esas cosas, y me creí mis propias mentiras. Mis sueños no se hicieron realidad y no me sentí cómoda con ello.
_y de alguna manera, los culpe.
_fueron muchos mis errores, no se todo lo que sufrieron tu y mamá.
Hoy estoy muy arrepentida de mis acciones.
_papá, quiero pedirte que me perdones.
Quiero que sepas que mi vida ha sido miserable desde que decidí alejarme de mi familia.
_¿porque me dices eso hija?
_porque no quiero seguir arrepintiendome de cosas que no hice.
_ ni de disculpas que no pedí.
_ comencé, por llamarlo de alguna manera una vida nueva.
_ conoci gente maravillosa, que me ha enseñado a perdonarme y a ver el futuro diferente.
Dani en tanto, sigue en aquella mesa con los jóvenes y la pequeña niña que apenas aprendió a caminar hace poco.
La niña le sonríe.
Dani la levanta en sus brazos y besa sus rosadas mejillas.
Pamela tomada de la mano de Esteban le observa.
Sonia, les contempla también sonriendo. Su hija Carmen se le acerca y poniéndose a su lado le abraza.
Mauro me mira, hace un gesto con su cabeza y me sonríe.
Busco entre tanto ver con claridad a Pamela.
Pero mauro me indica que es donde está el que debo mirar, mientras la pequeña niña que permanece en brazos de Dani sigue sonriendo contagiando con su alegría a todo aquel que le ve.
Dani se va alejando de aquella mesa.
La joven que vino con la bebé se levanta .
De pronto Pamela se detiene frente a su padre y dice.
_Papá, quiero que conozcas a la mujer más importante de mi vida.
_mi amor, yo ya la conocí.
_recuerdas que cuando llegue, ella vino hacia nosotros y tu me la presentaste.
_se que esa mujer es Sonia.
_tambien se que te hace feliz y eso es lo más importante para mi.
_papá, se que Sonia es la mujer que amo
_pero hoy Papá, hoy, conocerás a la mujer más importante de mi vida.
Dani que veía a su hermana y su padre, se acerca y la niña se tira a los brazos de su madre.
Esteban sorprendido le mira y ríe
_papá, qu presentarte a tu nieta
_su nombre es Julia...
Todo está expectante
_mi amor, el es tu abuelo de quien tanto te habla mamá.
_el es tu abuelo, salúdale
La expresión de Esteban fue tanto de asombro como de admiración.
_Es igual a ti cuando eras una niña
Dice Esteban
_Asi eras cuando tenías su edad.
La pequeña niña le acaricia desde los delicados brazos de su madre,
Esteban completamente conmovido solo puede observarle.
Puedo cargarla en mis brazos
Si papá,
_es en lo único que he pensado desde que ella fue concebida.
Los ojos de Esteban se inundan
Dani le da unos golpecitos en la espalda y le habla
Esteban se vuelve hacia el y le dice.
_Quizá no lo recuerdes, pero tu hermana era así cuando a esta edad
Lo siento mucho papá
Tenía miedo de todo.
Tenía miedo de que pudieras reprocharme todo aquel tiempo perdido.
.
